La experiencia de Dios ha ocurrido en todos y en cada uno de nuestros corazones.
Somos gente de confianza, de sueños y con una gran capacidad de amar. Tenemos ya
muchos nombres grabados con el fuego del Espíritu.
Merece la pena
"Nuestra Espiritualidad en la Misión'
Córdoba 8 y 9 de 2013